viernes, 18 de marzo de 2011

Tu Guardas Mis Caminoos!

ZACARIAS 2:5 “Pero el Señor afirma: Yo seré como una muralla de fuego alrededor de Jerusalén, y en medio de la ciudad mostraré mi gloria.”


Las ciudades antiguas vivían rodeadas de gruesas murallas protectoras y de gran altura a fin de que los enemigos no pudieran conquistarlas. La vida o la muerte, la libertad o la cautividad dependían de esa muralla. Hoy día sería muy fácil conquistar una ciudad así, por el aire, pero en aquella época toda conquista era por tierra. En las murallas habían centinelas que advertían al pueblo la llegada de amigos y enemigos, pero la clave de la seguridad eran las murallas protectoras hechos de piedra.


El pasaje de hoy nos dice que nuestro Dios es para nosotros como una muralla alrededor nuestro. No es un muro hecho de manos, ni es de piedra, sino de un “material” totalmente infranqueable: La presencia de Dios.


Aquellos cristianos que caminan en fidelidad y obedecen los preceptos del Señor, cuentan con esta gran protección. ¡Si pudiéramos ver por un instante nuestra realidad espiritual, nos veríamos rodeados de una muralla de fuego! Este fuego para nosotros es protector, pero para los que nos quieren atacar o hacer daño es destructor.


En medio de la violencia que azota a nuestro mundo, el pasaje de hoy nos dice que la verdadera seguridad no está en chalecos antibalas ni en tener guardaespaldas, sino en caminar con el Señor. Hacer esto, nos asegura una poderosa y efectiva protección.
Tú en este día puedes caminar seguro sin temores porque aunque no lo veas, la muralla de Dios te estará protegiendo de toda calamidad.

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